Puede utilizarse como apósito caliente o frío en función de las necesidades. Si se calienta favorece la circulación: en este caso, calentarlo en el microondas o en agua caliente. Si se enfría, sirve como apósito anestésico en caso de heridas, hinchazón o dolor.
Tras un duro entrenamiento ayuda a refrescar las patas cansadas. Guardarlo en el frigorífico al menos dos horas antes de su uso.